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Quedan pocos días para el estreno de Gaspar el señor de las nubes.
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Siguiendo las pautas estudiadas por el ilustrador Pablo Quiroga, la escenografía recreará, por una parte, el páramo y el bosque andino que sirve de hábitat al oso de anteojos, y por otra, el escenario del circo en el que el protagonista es obligado a trabajar. Dado que la obra obedece a circunstancias geográficas y espaciales muy concretas, la escenografía será elaborada respetando las formas propias de cada ambiente, siguiendo las pautas del diseño estudiado con el ilustrador, y construido técnicamente para la puesta en escena con los diseñadores industriales encargados de su realización.
El criterio del manejo del espacio escénico tendrá como ejes centrales dos espacios: La Cara A, representa las montañas del páramo, divididas y separadas por tres niveles, bajo, medio y alto, las cuales serán el hábitat de los osos de anteojos y otros animales salvajes, como también de cazadores, guarda bosques, campesinos y animales domésticos que lo transitan en la acción escénica.
La cara B, será un espacio fantástico, que estará compuesto de un portal de circo que aparecerá al girar el módulo del bosque andino, junto con una carpa que mediante un sistema de poleas se desplegará desde la tramoya sobre el escenario. Igualmente se desplazarán a la escena dos pistas con rodachines en los cuales se jugará escénicamente según lo requirieran los diferentes números de personajes como son: Vandalia la contorsionista, Samuel el hombre bala, los payasos Caín y Abel, Jil Dardo la lanza cuchillos entre otros. Escenas que serán recreadas durante el proceso de montaje por los titiriteros. En la parte posterior se contará con un telón que sirva por partida doble como fondo ambientador, tanto para las escenas de la montaña como para las del circo, manteniendo una unidad visual.
Los dos módulos estructurales y escenográficos contarán con ruedas para su desplazamiento en el escenario, logrando así una escenografía que se metamorfosea de forma versátil.
La obra también contará con dos micro escenografías que operarán en la parte narrativa como juguetes escénicos y titiritescos. Una de ellas será una especie de tío vivo donde desfilaran como en una plataforma circular todas las estrellas del circo y que será animado a la vista del público como si fuera una cajita musical. La otra miniatura escénica y efímera, será una reproducción colorida y de papel del circo que será incendiada en cada función.