“La historia de los muñecos o de los hombres de palo, comienza antes de que los dioses creen a los hombres, y antes de que los hombres de maíz habiten la tierra…”
Popol Vuh
En este año, el titiritero maya es la figura central en nuestra imagen del Festival Internacional de Títeres Manuelucho, que hace un homenaje a los maestros, técnicas, y personajes emblemáticos del teatro de títeres hispanoamericano. Esta tradición titiritera en la cultura maya ha sido de inspiración para múltiples investigaciones.
Como muchas civilizaciones precolombinas, los mayas tenían un sistema de creencias basado enormemente en el animismo, y en la premisa de que el hombre podía establecer una relación con sus divinidades por medio de rituales. En este tipo de rituales, una gran cantidad de civilizaciones de todas las regiones de América ya usaba y dominaba técnicas de manejo de muñecos animados.
En Bilbao, Guatemala existe lo que se cree que es una representación gráfica de una escena de manejo de títeres, en el monolito conocido como Monumento 21. Entre las figuras talladas en la piedra, se destaca la de un personaje que maneja un títere. Este títere luce muy similar a un títere de guante que conocemos hoy en día.
Hay muchas hipótesis e investigaciones acerca de esta figura específica, debido a que no se conoce otra evidencia de este tipo de títere en las culturas de esta región. Sin embargo, otras investigaciones nos cuentan de muñecos elaborados con otro tipo de técnica, articulados y hechos de barro. Esta información puede encontrarse en fuentes como "El códice Florentino" de 1577, una recopilación hecha por Fray Bernardino de Sahagún.
El grupo La Charada de Guatemala, tras una visita al monolito, hace una serie de interesantes conjeturas sobre el títere representado aquí, sobre el posible material en el que originalmente estaba hecho, o sobre el tipo de personaje que representaba. Lo que sí se hace evidente, es que al estar tallado en la piedra, era indudablemente una parte fundamental de ciertos rituales.
La crónica de esta visita e investigación puede leerse completa aquí: http://fundacionrobertolago.blogspot.com/2015/12/el-titiritero-maya-de-bilbao_11.html
El uso ritual de muñecos animados ha sido un común denominador en diferentes culturas precolombinas de muchas regiones. El Monumento 21, su permanencia en el tiempo. y la inquietud que despierta en quienes se dedican a este oficio de los títeres, representan una enorme motivación por seguir investigando y descubriendo todos los matices de una tradición milenaria.
A continuación, un relato de una visita al monolito por Sergio Mercurio, titiritero argentino.
Valeria Romero Giraldo
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